Ciertamente ambas palabras aparecen en el primer capítulo de la carta a los Efesios y se explican en detalle en la Epístola a los Romanos. Pero es bueno recordar que esto no tiene nada que ver con presciencia, o la capacidad de Dios de conocer el futuro. Es incorrecto pensar que, porque Dios conoce el futuro él habría visto quién creería y, se salvaría y, por lo tanto, habría elegido o predestinado a esas personas para salvación. Esta idea pone al hombre en la dirección y a Dios como un mero secretario.
Efesios 1: 3-5 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que NOS BENDIJO con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo; según NOS ESCOGIÓ en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor HABIÉNDONOS PREDESTINADO para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad. (RVR 1960)
Efesios 1:11 En él asimismo tuvimos herencia, HABIENDO SIDO PREDESTINADOS conforme al propósito del que hace todas las cosas, según el designio de SU VOLUNTAD [no la nuestra];
(RVR 1960)
Ro. 9: 14-16 ¿Qué, pues, diremos? ¿qué hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios, que tiene misericordia. (RVR 1960)
Considerando que esto no depende de a quién quiere, sino de Dios, aunque Dios sabe de antemano quién se salvaría, no fue ese conocimiento previo lo que lo llevó a elegir o predestinar.
La respuesta más simple a su pregunta es que tenemos elección y predestinación como cosas claramente enseñadas en las Escrituras, incluso con estas palabras. Hay cosas que no entendemos perfectamente, pero cuando se trata de la Palabra de Dios, simplemente debemos aceptarlas y esperar que un día Él nos dé el entendimiento. Pero a pesar de que terminemos nuestro viaje aquí sin comprender, también está bien así.
Job nunca entendió lo que le sucedió (ahora debe haberlo entendido) mientras estuvo en esta vida, porque su libro termina con él simplemente aceptando la voluntad de Dios y reconociendo que fue bueno haber pasado por todo eso. Pero como no fue él quien escribió el libro de Job, probablemente no leyó los dos primeros capítulos que muestran lo que estaba detrás de su sufrimiento: la autorización de Dios para que Satanás ponga su mano sobre todo lo que él tenía y en su salud
La gran dificultad para entender la elección y la predestinación radica en el razonamiento de que Dios sería injusto por haber elegido a algunos para salvación y otros para perdición. La Biblia nunca dice eso. Lo que ella dice es que todos, sin excepción, estábamos igualmente perdidos. Nadie más que el pecado nos predestinó para la perdición. No fue Dios. Pero el amor y la misericordia de Dios se demostraron en el hecho de que Él quiere salvar a algunos de sus enemigos más feroces: ustedes y yo. Nadie puede acusar a Dios de injusticia, así como nadie puede acusarme de ser cruel por darle a un mendigo hambriento un plato de comida mientras millones mueren de hambre.
Mateo 20:15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia porque yo soy bueno? (RVR 1960)
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Autor: Mario Persona
Traducción: Rudnei R. dos Santos
Edición: David Cristhian
Revisión: D.M.