Su duda es: ¿si el fuego que nunca se apaga es fuego en absoluto? o ¿si la Biblia usa solo una metáfora o una figura de lenguaje? Yo creo que hay una manera muy fácil de determinar la naturaleza de ese fuego, del lago de fuego, y es yendo al origen de lo que es el lago de fuego -a veces traducido como "infierno" en algunas Biblias- y, ¿cuál era la intención de Dios cuando creó tal lugar o condición? Jesús responde esta pregunta en Mateo 25:41 "Entonces también dirá a los de su izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles". .
Si es algo que fue "preparado para el diablo y sus ángeles" podemos estar seguros de que no es el mismo tipo de fuego que producimos con madera, gas o explosión atómica. Satanás y sus ángeles son seres espirituales e incorpóreos, a menos que asuman la forma humana para engañar, como lo vemos hacer en algunos pasajes de la Biblia. Pero, particularmente, entiendo que un ángel podría atravesar la bola de fuego de una explosión atómica y salir por otro lado sin ni siquiera ser quemado. Un ángel puede surfear las olas de fuego del sol y no le pasará nada.
Entonces, es evidente que Dios usó las realidades del mundo material para unir y comprender las realidades espirituales y realidades eternas, porque el lago de fuego es eterno. cuando no existirá más la materia ni el tiempo como lo conocemos. El Señor mismo hizo mucho de esto en sus parábolas, en el Antiguo Testamento el tabernáculo y sus utensilios eran figuras de cosas celestiales que escaparían al entendimiento humano, Si Dios tratara de mostrarlas al hombre en su mente creada para la tierra. Para explicar esto en detalle, yo invitaré al autor Hugo Bouter Jr. a hacerlo, ya que él publicó un texto muy bueno sobre el tema.
Castigo eterno - H. Bouter Jr.
¿Qué dicen las Escrituras sobre la naturaleza del castigo eterno? Los cristianos que toman la Biblia en serio creen en la naturaleza perpetua del castigo eterno. Por horrible que parezca, el castigo en el infierno es interminable. La Biblia también establece claramente las características del castigo eterno. Aquellos que defienden la doctrina del universalismo minimizan el significado del castigo eterno, tanto en términos de su duración como de su contenido. Afirman, por ejemplo, que "... las Escrituras no enseñan el castigo literal, sino que describen el infierno simplemente en el sentido metafórico, ya que usan palabras como fuego, gusano y oscuridad, que son solo imágenes y no deben tomarse literalmente. Donde hay fuego “-afirman los universalistas-” no podría haber oscuridad simultáneamente” y esa es la opinión de los universalistas, que para ellos no existe castigo eterno. Sin embargo, las Escrituras hablan de tres cosas para presentarnos la naturaleza del castigo eterno: fuego inextinguible, gusano que no muere y tinieblas de afuera. Consideremos cada una de estas características una por una.
Fuego eterno
Hay varios nombres usados para esto: "el horno de fuego" (Mt 13:42, 50; cf. Ap 9: 2), "fuego eterno" (Mateo 18: 8), "infierno, ... el fuego que nunca se apaga” (Marcos 9:43). El fuego eterno del infierno (Gehena en el A.T.), el lago de fuego, está preparado para el diablo y sus ángeles (Mt 25:41; cf. Ap. 20:10). El hecho de que no solo serán ángeles, sino también personas que serán arrojadas a este fuego que nunca se apagará - para siempre en compañía del príncipe de los ángeles caídos - será porque, durante su vida aquí en la tierra, esas personas no se apartaron del príncipe y dios de este siglo que cegó sus mentes (2 Cor 4: 4).
Esta primera figura describe cómo los malvados serán torturados por el fuego eterno del juicio. El fuego es un símbolo de la ira de Dios, que se llama "fuego consumidor" y "fuego eterno" (Deut 4:24; Deut 9: 3; Isaías 33:14; Heb 12:29). Sin embargo, es cuestionable si deberíamos pensar aquí en el atributo personal de Dios, en lugar de su expresión externa que alcanzará a los malvados por la eternidad. De hecho, ¿podríamos imaginar el “lago de fuego”? Esto también se llama "el lago de fuego y azufre", lo que quizás sugiere que esta imagen se deriva en parte del juicio de Sodoma y Gomorra, cuando Dios hizo llover azufre y fuego del cielo (Génesis 19:24, etc.) y también de la palabra "horno" en el versículo 28).
Si bien es correcto decir que las Escrituras usan lenguaje figurado para describir la realidad del cielo y el infierno, de ninguna manera altera el hecho de que estamos tratando con la existencia literal de lugares y cosas reales. Estas imágenes se toman prestadas de nuestra realidad terrenal para darnos una comprensión de otra realidad sobrenatural. Por ejemplo, el nombre Gehena (infierno) fue derivada del valle del hijo de Hinom, (en hebreo "Ge-Hinnom"), cerca de Jerusalén, donde los niños eran quemados como sacrificios para Moloc y donde, después de las reformas de Josías, todos los tipos de inmundicias fueron recolectadas y quemadas (2 Rs 23:10; 2 Crónicas 28: 3; 33: 6; Jer 32:35).
El lugar donde el gusano no muere
El infierno es también el lugar donde el gusano no muere. Una comparación con Isaías 66:24 y Hechos 12:23 muestra que esto indica el proceso de descomposición de un cadáver en la tumba. Este proceso comenzó con el propio Herodes incluso cuando aún estaba vivo, siendo un juicio de Dios debido a su orgullo. Fue devorado por gusanos y murió. Si bien el proceso de descomposición en la tumba generalmente termina, no es el caso de la segunda muerte. En el infierno donde el gusano (está en singular) de ellos no muere y el fuego nunca se apaga (Marcos 9:48). Esto generalmente adquiere un significado espiritual, al estar relacionado con el remordimiento sin fin de los perdidos. El roer del gusano, entonces, se refiere al hecho de que están consumidos por el remordimiento o por el miedo, en las agonías que allí sufren. Como la expresión "el gusano" está en singular, sería fácil identificar al gusano con la conciencia individual. Aunque esta es una explicación muy plausible, se puede objetar que parece ignorar el “consumo” del cuerpo. Si consideramos que después del fin del reinado de Cristo los perdidos serán resucitados y juzgados y luego arrojados a la segunda muerte con espíritu, alma y cuerpo (Apocalipsis 20: 5-11, etc.), esto sugiere que el mismo cuerpo estará sujeto a destrucción sin fin, a un "proceso de descomposición" interminable .
Los perdidos se conocen como "los muertos" y serán asignados al reino que se llama "la muerte segunda". Aquí todo está marcado por la muerte; la muerte tiene poder sobre los "muertos". Según Apocalipsis 20, esta segunda y última muerte es "el lago de fuego". El reino de la muerte, donde el gusano no muere, es también un lugar de tormento en el sentido físico. Esta idea está confirmada por las propias palabras del Señor: “Y no temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma; más bien, temed a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno" (Mt 10:28).
Tinieblas de afuera
La tercera figura dada es la de las tinieblas de afuera, donde hay llanto y crujir de dientes (Mt 8:12; 22:13; 25:30; 2 Ped 2:17; Jd 13). Esta figura también fue tomada de la realidad terrenal. Dentro del salón de banquetes hay alegría y luz, pero afuera es de noche y los de afuera no comparten la alegría de los de adentro. Esta imagen muestra el marcado contraste con la atmósfera de gozo y luz en la casa del Señor, en su reino. Porque esta es la sala de banquetes donde se lleva a cabo la fiesta de bodas y donde se disfruta de la comunión con Dios. Dios es luz y no hay tinieblas en él (1 Juan 1: 5). Los incrédulos han sido removidos de este reino de luz y amor. Como las vírgenes locas, están en tinieblas, ante una puerta cerrada (Mt 25,10 etc.), y como Judas, salen de noche (Jn 13:30). Están separados de Dios para siempre y viven en tinieblas,lejos de su rostro amable. En este lugar de oscuridad exterior, no se ve ni un rayo de luz y no hay más esperanza o expectativa. Solo hay una oscuridad impenetrable. Es un lugar de llanto, de sufrimiento eterno. También hay crujir de dientes. Esto puede referirse no solo al remordimiento, sino también a la ira; una eterna rebelión contra Dios. El lloro y el crujir de dientes son ciertamente característicos tanto de las tinieblas exteriores como del horno de fuego (Mt 13:42, 50). Esto indica claramente que las dos figuras, la del fuego y la de la oscuridad, son aproximadamente la misma realidad aterradora.
Aunque impactante, es beneficioso reflexionar sobre estas cosas, ya que nos ayuda a darnos cuenta hasta cierto punto de cuánto se debe temer al Señor (2 Cor. 5:11), y esta conciencia nos lleva a persuadir a otros. Como ya se mencionó, esta tercera imagen de castigo eterno plantea la pregunta de cómo se puede combinar las tinieblas exteriores con el fuego inextinguible de la primera imagen. El fuego se extiende y donde arde el fuego no puede estar oscuro. Sin embargo, no debemos sacar conclusiones de la realidad física que nos rodea y aplicarlas a realidades sobrenaturales que están más allá de nuestro entendimiento. Por otro lado, ciertamente debemos tomarnos en serio los conceptos que señalan estas imágenes, por ejemplo, no limitar las tinieblas a algo así como "oscuridad moral". Las Escrituras usan claramente estas imágenes aparentemente contradictorias para darnos una impresión, desde diferentes puntos de vista, de la gravedad del castigo eterno.
Hugo Bouter Jr. - extraído de “Truth & Testimony” Vol. 2, No. 2, 1993
Castigo eterno - H. Bouter Jr. http://stempublishing.com/magazines/TT/93_02.html
